Male dire

Y empezó a caer y a maldecir desde lo alto del acantilado. Maldijo su vida en aquel orfanato de Catania y los años de reformatorio en Palermo. Maldijo sus malas compañías, a sus enemigos y el desastroso trabajo como sicario de don Vitto. Maldijo su suerte, sus decisiones, sus vicios y su vida entera. Y cuando vio que, por fin, tocaba fondo, maldijo la subida de la marea.