El lenguaje natural

Entre las estanterías de la biblioteca, hartos de tanto juego infantil, descubrieron libros furtivos que permanecían ocultos a su ingenuidad. Los abrieron con dedos nuevos y de las hojas surgió una lluvia de adjetivos, nombres, pronombres, adverbios de todo tipo, verbos por explorar… Bajo sus pies desnudos, el aguacero formó una inmensa alfombra de palabras frescas, esponjosas, y se dejaron caer. Las probaron, taparon el rubor con las risas y construyeron frases compuestas con las que jugar. Lanzaron hacia el techo las más provocadoras, se enredaron en ellas y con las torpes caricias de sus morfemas, algo despertó. Los posesivos se pegaron con los besos a sus cuerpos, las preposiciones se enzarzaron en sus cabellos, los ojos brillaron con el mismo predicado y allí mismo, entre jadeos llenos de adverbios de modo y cantidad, conjugaron formas arrebatadas del verbo amar. De sus bocas escaparon fonemas apasionados y en los huecos de sus manos entretejidas, quedaron atrapadas algunas palabras: tú, yo, nosotros, más, ahora, siempre. Y una y otra vez, se dejaron envolver por el voluptuoso puzle gramatical.

(Microrrelato mencionado - ENTC 2021 - La pasión y el deseo)